jueves, 28 de mayo de 2009

Mala tarde noche


Como es costumbre desde hace más de 25 años asisto al cine Arte ( del cual poseo credencial que me permite rebaja en las funciones) a ver la película Vichy Cristina Barcelona, de uno de mis directores fetiche Woody Allen, sabiendo que las últimas realizaciones no han llenado mis expectativas, (pues prefiero el cine donde el actúa y con sus actuaciones llenas de neurosis le da otro sello a sus filmes), por lo que mi ida al cine fue más por un estado de inercia que conciente, dentro de la sala noto cosas que no presagian una buena estadía, pues se acomodé en la última fila del cine, cuando mi asiento predilecto está en la hilera anterior, y este se encontraba desocupado, entonces porque mierda me senté ahí, hasta ahora me pregunto, un par de minutos antes del inicio de la función se sienta una pareja en el asiento continuo al mío, por lo que debo ubicarme en otro sitio, pues estando la sala prácticamente desocupada no tiene poesía y sería ridículo estar al lado de ellos, además me gusta estar bien alejado de los espectadores, con el fin de no escuchar los posibles comentarios sobre la película durante la proyección de éste, luego dan sinopsis de películas que proyectarán en las semanas siguientes, eso hace tiempo que no lo veía en la sala, lo sentí raro, pero desde un punto de vista positivo.
Lo que determinó que mi estadía sería evocada como una de las más desagradables, creo que está dentro de las tres peores en una sala cine, ya desde su inicio de la película no me gustó, efectivamente la película ha sido una de las peores que he visto del director, la pregunta que surgió instantáneamente porqué no salirse de la sala e ir a vagar hasta entrar a un bar, la respuesta surge automáticamente como siempre, por respeto hacia el creador de una obra, por lo que permanezco dentro de la sala (talvez porque soy masoquista además), como pocas veces después del termino de la película no me quedo a ver los créditos, pues es parte del filme y del ritual cinematográfico.

Con el fin de poner fin a la negra jornada cinéfila, emigro a un bareto a cuadras del cine, específicamente al frente de la estación de Viña, pero esa ida para allá sería definitivamente mi mala tarde noche, pues pretendía empezar a leer el libro EN VIDA del escritor Argentino Haroldo Conti, Desaparecido en la dictadura militar en el año 1976, que me habían devuelto después de varios años, que ni siquiera recordaba que lo había adquirido y menos que estaba prestado, pues la memoria es frágil, ya en la entrada del bar me di cuenta que no podría empezar a leerlo, pues el bullicio que provenía de los parlantes del equipo de sonido no era apto para leer, pues igual seguí con la "misión" de ingerir una copa de vino, con el único propósito a esa altura de la jornada de botar las malas vibras, craso error, lo que normalmente me lo sirven en un lorito, o jarra de vino, fue traída en un vaso por la dueña del establecimiento ( las garzonas me la traen como corresponde ), por lo que solicité el respectivo lorito, la que fue atendida de buena manera, pero al catar el vino esté resultó ser algo que tampoco recordaré con algo buen para el paladar, así raudamente me tome la copa y retorné a casa para no seguir "sufriendo incalculablemente" como escribiera el mítico Andrés Caicedo.

Para no seguir recordando la velada de días anteriores, termino este escrito para ir a ver en los canales del cable la película los sueños de Akira Kurosawa del Director Nipón Akira Kurosawa.


Jaime Aneiva F.

domingo, 24 de mayo de 2009

Camino a casa / 02

Me encuentro con los amigos de siempre en la mesa de siempre, nueva vida, abstinencia de la mano de una Coca Light con hielo. El motivo: uno de los camaradas llega de su viaje por New Zeland, conversación adhoc y entrega de souvenires. A pesar de estar el 99% del tiempo en la isla aquella y unos días en Australia, el regalo es un boomerang australiano con canguros finamente serigrafiados imitando la técnica esa de los aborígenes que utiliza puntos de colores, claras instrucciones en inglés y la teoría de cada uno de cómo se lanza el artefacto ese.

Lindo regalo, pero como mierda me lo llevo, pienso en un segundo…. Caminar en la noche con un boomerang en la mano no es algo fácil de explicar y las tallas estilo “donde se te quedó el canguro” o huevadas similares van de la mano. Intento meterlo en la parte de atrás de mi pantalón, pero parece que tengo un colgador de ropa metido en el poto, intento ponerlo adelante pero asemeja una erección de aquellas… finalmente lo pongo en la parte interna de mi brazo, dibujando con el codo la curva tan característica.

Salgo del bar y apenas doblo en la esquina siento los gritos y el llanto de una mujer, pasos más adelante una pareja de “enamorados” discuten en la vereda, él cariñosamente aprieta su cuello con el brazo y ella finamente trata de no asfixiarse… “pero suéltame Pablo” con la voz un tanto ahogada le dice… él “¿veí lo que lograi?”, haciéndola responsable a ella de tal primitiva escena. Por lo demás, la dinámica que marca a estas parejas. Me quedo parado y pienso en intervenir…. Como hacerlo es el tema…. Un buen combo en pleno hocico con todas mis fuerza, de manera de dar por finalizada la pelea rápido y evitar llevarme algún ojo morado o diente menos… en seguida recuerdo casos donde al actuar así es la mujer quién con dientes y uñas defiende a su hombre… pienso en que pareceré defendiendo a esta fémina en peligro con un boomerang en la mano, una especie de Cocodrilo Dundee viñamarino. Intento marcar el 133 pero una grabación me indica que esos momentos están atendiendo una pitanza urgente. Afortunadamente veo en la esquina una patrulla de Carabineros que intenta doblar, corro y antes de llegar a ellos me paro en frente del auto con los brazos abiertos, los pacos me miran desconcertados al gesticular con mi boomerang, “que le pasa a este hueón?” deben pensar. Luego les explico y en un segundo y al mejor estilo Policías en Acción intervienen salvando a la mina antes de que termine el segundo round.

Sigo caminando a mi casa un tanto agotado emocionalmente, sólo he recorrido una cuadra y ya ha sido todo un cuento… quiero llegar luego a mi casa, pero antes debo pasar frente a la botillería que siempre esta llena de mendipunks macheteando y frente al café “open mind” un antro de tipos finos…. Llegó a la esquina de Marina con Von Scroeders y ya prácticamente en casa más relajado miro hacia el puente Casino y veo que viene caminando un tipo con una chaqueta corta hasta la cintura, con un paso calmado un tanto aristocrático, viste calcetines de hilo, zapatos brillantes y en calzoncillos!….¿un asalto? No cuadra, viene muy tranquilo. Saca de su bolsillo un cigarro, lo prende y como si fuese la cosa más normal del mundo y se para a esperar la micro….

Y yo, preocupado por un boomerang!

Puras huevadas.

sábado, 23 de mayo de 2009

APOCALIPSIS AHORA


A 3 DECADAS DE HORROR Y SADISMO, A RITMO DE THE DOORS Y DE
WAGNER



Después de leer, releer y volver a leer (parafraseando al cantante Belga Jacques Brel, aunque el usa el término beber en el tema Ámsterdam), sobre la mítica y épica película Apocalipsis Ahora, estrenada el 10 de mayo de 1979 de Francis Ford Coppola, que le valió la Palma de Oro en el Festival de Cannes, Francia, basada en la novela “el corazón de las Tinieblas” de Joseph Conrad, sentenció en dicho evento, que “esta no es una película sobre la Guerra de Vietnam, esto es Vietman”, incorporándola como una más de las tantas frases célebres que se establecieron en dicha película, perdurando en el inconciente
de los cinéfilos

Para el Director se podría decir que no solo fue un error, sino que hasta un horror filmar la película, pues el actor Martin Shenn (Capitán Benjamín L. Willard), sufrió de malaria y un infarto en pleno rodaje, se le dio la unción de los enfermos; durante la filmación, que se realizó en filipinas, azotó el peor huracán en décadas, a los 3 meses de empezada la filmación, por supuesto arrasando y desolando el set de filmación; la post producción que normalmente dura 6 meses como máximo, esta se extendió por más de 2 años, el actor Marlon Brando, que encarna al Coronel Kurtz, nunca leyó el guión de la película y la novela de Conrad, y además llego con un sobre peso de 40 Kilos, por lo que el Director de fotografía, Vittorio Storaro (Coppola y Storato, se conocieron cuando el primero visita el plató de filmación “el Ultimo Tango en París”, comentándole que había visto el Conformista), debió extremar sus conocimientos, al usar un juego de iluminación para no mostrar las verdaderas imensiones física de Brando, como si esto fuera poco el director amenazó con suicidarse varias veces . Además tuvo que hipotecar su propiedad y su productora ( hoy en día dice que hace el cine que quiere, se considera un millonario, producto de su incursión en el rubro vitivinícola, pues con el cine nunca ganó dinero), por lo que la película podría tener como epitafio, aquellas palabras célebres que el Coronel Kurtz enciona en el diálogo con el Capitán Benjamín L. Willard ”es imposible para las palabras describir lo que necesariamente para aquellos que
no saben lo que el horror significa. El horror. El horror tiene una cara y uno debe hacerse amigo del horror. El horror y el terror moral son tus amigos. Si no lo son, son tus enemigos a los que hay que temerle. Son enemigos de verdad.”

Más no todo fue horrorífico para el Director Coppola, pues hay 3 secuencias que quedan en la retina de los cinéfilos; la primera de ellas en la apertura del filme hasta los primeros 7 minutos, cuando el Capitán Benjamín L. Willard (Martin shenn) al son del tema apocalíptico, psicodélico, lisérgico y esquizofrénico The End, interpretado por The Doors (cualquier guerra tiene estos elementos) despierta luego de una borrachera (se dice que en la escena él estaba bajo los efectos del alcohol), y luego de pensar en voz alta y dar una danza, golpea la mano en un espejo, con el cual sufre la fractura de un de sus dedos.
Otra es aquella escena de 45 segundos de duración, en la que el actor Robert Duvall, interpreta Coronel Kilgore, luego de un bombardeo con Napalm, y en forma lúdica y sádica a la vez se desprende el siguiente diálogo:

"-¿Hueles eso? ¿Lo hueles muchacho? -Si ¿qué és? -Napalm hijo, nada en el mundo huele así. ¡Qué delicia oler napalm por la mañana! Un día bombardeamos una colina y cuando todo acabó, subí. No encontramos un solo cadáver de esos amarillos de mierda. ¡Qué pestazo a gasolina quemada! Aquella colina olía a... victoria. Algún día acabará esta guerra".

La tercera y última secuencia de más de 15 minutos de duración corresponde al épico vuelo del escuadrón de helicópteros orquestado por "La cabalgata de las Walkirias", de Wagner, que se dirigen a una aldea para atacar a Charly, como se le denominaba al enemigo, muchos de los helicópteros bombardeando con Napalm fueron prestados por el ejército filipino, que luego volvían raudamente a bombardear posiciones de la guerrilla


Jaime Aneiva F.

viernes, 15 de mayo de 2009

Vittorio Storaro: El mago de la cámara y la luz


Vittorio Storaro (Roma, 24 de Junio de 1940), es considerado unos de los mejores y prestigioso directores de fotografía del séptimo Arte.

Hijo de un proyectista de películas, empezó estudiando fotografía a los 11 años y se formó en la escuela Italiana, Centro Sperimentale di Cinematografía. A sus 20 años ya trabajaba como asistente de cámara

Su trabajo cinematográfico se remonta al año 1969, con la película El pájaro de las plumas de cristal (L'Ucello dalle piume di cristallo), del director Darío Argento, hasta el año 2007, donde participa en el filme The Invisible Children, de varios directores, en los que se menciona a John Wood, Spike Lee, Emir Kusturica; ha trabajo con la talla de Directores como: Bernardo Bartolucci (“ El conformista”, “ La estrategia de la Araña”,” El último Tango en París”, “1900”, “La luna”, “El último Emperador”, “El cielo protector”,“El pequeño Buda”); con Francis Ford Coppola, (“Apocalipsis Ahora”, “Corazonada”, “Tucker:Un hombre y sus sueños”); el Director español Carlos Saura (“ Flamenco” , “Taxi”, Tango” y “Goya en Burdeos”), además del Director Warren Betty,(“ Rojo”, “Dick Tracy” y “Bulworth”).

Como anécdota se podría decir, que ha actuado como actor en 2 películas el primero de 1975, llamado Bartolucci Secondo il Cinema, del director Gianni Amelio y en el año 2000, con el Director Carl-Gustav Nykvist, llamado Ljuset Haller Mig Sallskap, además de ser guionista en las cuales fue director de Fotografía, en especial, con Bernardo Bartolucci.

Si bien este director de fotografía representa una institución en el cine Italiano, lo es también a nivel mundial, pues su trabajo y compromiso con la fotografía, como asimismo con la cinematografía ha sido recompensado con 3 premios Oscar por su participación en las cintas “Apocalipsis Ahora”, de Francis Ford Coppola, El “último Emperador”, de Bernardo Bertolucci y en “Rojo” del Director Norteamericano Warren Betty, además de otros premios y galardones.

Vittorio Storaro reconoce que los directores con los que ha trabajado, han sido como sus guías y le han permitido tener una mayor conciencia, profundidad y competencia de su oficio como fotógrafo, aunque destaca que su relación con Bernardo Bertolucci “le permitió abrir su ruta al cine internacional”: con Francis Ford Coppola “encontró las posibilidades de la libertad de ciertos valores, acercarse a otras culturas y civilizaciones”. En tanto, de Warren Beatty ha podido “leer desde el interior de una historia a través de sus protagonistas, para así comprender la importancia del equilibrio de los elementos y la lucha de los opuestos”.

Storaro recuerda que el oficio de fotógrafo era considerado un trabajo técnico, pero hoy en día se le reconoce como un trabajo artístico “pero todos nos expresamos por medio del cine, compartimos la sensibilidad y cultura. Gracias al trabajo con la luz podemos presentar lo conciente y lo inconsciente”

Vittorio Storaro es un genio y mago de la dirección fotográfica, pero por sobre todo es un estudioso, innovador, investigador, un armador y desarmador de la fotografía en el buen sentido de la palabra, esto se refleja en que cada cuadro cinematográfico es en una obra estética, un cuadro plástico, donde las escenas son un deleite para el espectador, convirtiendo todo esto en un goce para los amantes de la cinematografía, además para los amantes y seguidores de la fotografía.

En la película el Conformista (1970) se destaca ya por su estilo, diseño, el uso de la luz, con sus contrates (claro-oscuro) y la interpretación de los colores, “la creatividad es la única cura para la depresión”, estable este director, que al juzgar por su trabajo pareciera que viene combatiendo y lidiando la depreciación hace varias décadas.

Lo anterior se refleja en lo que él llama “Escribiendo con la luz”, que es todo un proyecta de vida, es una enciclopedia, además de ser parte de un programa de enseñanza, este libro es fruto de un trabajo de 30 años de experiencia, que incluye estudios e investigaciones en Pintura, filosofía, Fotografía y Cine, que se relaciones con los significados de la LUZ, de los COLORES y de los ELEMENTOS, símbolos que lo han acompañado a lo largo de su existencia.


“La Luz”, es el primer de los 3 volúmenes Academia de la Imagen, profundiza el tema de la luz entendido como elemento necesario y preponderante para el logro de una película. Constan más de 300 páginas, cien imágenes en color, cuatrocientas cincuenta fotografías de distintas películas.

El segundo libro se denomina la “emoción cromática”, trata sobre los colores, y la relación entre ellos partiendo por el Negro , seguido del Rojo, Naranja, Amarillo, Gris, Verde, Azul, Índigo, Violeta, finalmente el Blanco

La definición de los colores parte con el negro que representa la presencia y la negación del cuerpo, del principio y del fin (presente fuertemente en la película el conformista). El rojo es el color del contacto divino, la energía. El amarillo es el color del conocimiento, de la sabiduría y la inteligencia; es el color de la luz, el sol (presente en El Último Emperador y El Pequeño Buda). El naranja ensalza la pasión y la conciencia (este color predomina en películas en El Último Emperador y en El Cielo Protector). El gris es un color indefinido, El verde es la pasión y la razón. El azul expresa la forma máxima de la inteligencia, que es la libertad. El índigo o añil, que fue definido por Isaac Newton (color que esta entre el azul y el violeta) es el color de la madurez, la energía. El morado representa el ciclo de la vida. Y por último el blanco, en él están todos los colores, es la suma de todas las edades.

El tercer volumen y último de esta enciclopedia, se denomina “el equilibrio de los elementos” , versa la relación de los elementos naturales elementos y la unión entre Materia, Aire, Agua, Fuego, Energía, Humano, Femenino, Subconsciente, Cociente y Sobre consciente

Quién desee interesarse por su trabajo vea el documental Writing With Light: Vittorio Storaro (1992), dirigido por David Thompson, que intenta condesar el tratado escrito por Storaro El documental reúne entrevistas y declaraciones de los directores con los cuales alcanzo los premios Oscar de la Academia.


Jaime Aneiva F.

lunes, 11 de mayo de 2009

The Clinic, Oscar Hahn y una mujer hermosa.

Es martes y debo estar en el centro de Santiago a las cinco y media, Huérfanos con Banderas es una intersección conocida, pero no tengo ninguna imagen que asocie a esas calles, tendré que preguntar a algún tipo de un quiosco de diarios.
En el Terminal de buses compro el The Clinic para amenizar el viaje y en una de sus páginas hay un artículo que enfrenta literariamente a Oscan Hahn y a Claudio Bertoni, ambos candidatos al Premio Nacional de Literatura, paradójicamente de los pocos libros que tengo la gran mayoría son de poesía, el resto de diseño y cocina. Entre ellos casi todos los de Bertoni y un par de Hahn, en el diario seleccionan un par de poemas de cada uno y también por coincidencia decoré parte de mi cocina con poemas que me gustan en demasía… uno de los de Hahn esta pegado en ella y es justamente uno que aparece en el diario.
Por un rato pienso en quien debe recibir el premio y mi voto es para Hahn, el año siguiente se lo daría a Bertoni y quedamos todos contentos.

Llego a Santiago, corro por el paseo Ahumada en la dirección que creo correcta y tras un par de consultas llego a Huérfanos 1117, voy atrasado y es una reunión importante, la chaqueta que me prestó mi hermano va arrugada y el cuello de la camisa también (ambas cosas que no uso desde hace un par de años, al igual que zapatos). Todo mal, pienso, el ascensor se demora más de la cuenta y miro las escaleras, pero es el piso 11 y seguramente llegaría a punto de sufrir un paro cardiaco o sudado como futbolista. Eso si sería impresentable.

Mi cabeza últimamente esta llena de cosas.

Termina la reunión y es todo un éxito, miro hacia el cielo y doy las gracias, no a Dios.
Ya es de noche y camino de regreso al Metro, compro el tiquet y al momento de meter el boleto me pierdo sin saber por donde hacerlo, una señorita me indica por donde, es un tanto tonta la situación pero no me importa, no soy de Santiago y no me molesta que se note. Bajo las escaleras y ya en el andén miro al frente y veo un mar de gente esperando el carro, en el mío hay poca gente y eso me alivia…. Hasta el momento en que me doy cuenta que bajé por el lado equivocado y hacia Escuela Militar no esta Pajaritos, busco entonces un letrero que diga “Cambio de Andén” y en un instante estoy subiendo la escalera mecánica, golpeo con las rodillas esas puertas abatibles que se abren para uno y otro lado y me doy cuenta que la he cagado una vez más, que salí de la estación y que debo volver a comprar otro boleto. Pienso en lo loca que esta mi cabeza y que es un milagro que a estas alturas no me atropellaran o yo atropellara a alguien.

Finalmente me encuentro en el andén correcto, esperando el tren correcto, pero pasa uno y otro no logro subir, debo ser más agresivo y empujar, es lo que pienso…en el siguiente me meto como sea. En eso miro hacia el lado y hay una mujer comiendo maní en una de esas bolsitas de a cien, es hermosa y tiene el pelo tomado, tiene una nariz hermosa, es delgada, un poco más baja que yo y huele exquisito. “esto es así todos las tardes a esta hora” me dice seguramente al ver mi cara de provinciano. Yo esto lo había visto sólo en la tele, le digo, no soy de acá. Un segundo después llega el carro y abre sus puertas justo frente a nosotros, entramos como succionados por la gente y quedamos pegados el uno al lado del otro, la miro de reojo y noto que me esta mirando, la huelo nuevamente, ella al parecer también me huele, la sorprendo mirando los botones abiertos de mi camisa y ella me sorprende mirando su cuello. Todo el mundo esta en silencio y decirle algo habría atraído las miradas de todo el carro… y tan pegados que estábamos!.

Metro República, se abren las puertas y ella se baja rápidamente, la veo caminar en el mar de gente que camina por el pasillo y de un segundo a otro no distingo su cabeza de las otras. Ya en el bus pienso en lo estúpido que fui y en que debí haber bajado con ella e invitarle un café, un jugo, que se yo. Recuerdo el poema de Oscar Hahn que esta en mi maletín en una hoja del The Clinic, pienso en que debí arrancar la hoja y regalársela a ella, anotarle mi teléfono, mi correo, que se yo… es un poema que tengo pegado en mi cocina y que he leído una y otra vez.



EN UNA ESTACIÓN DEL METRO

Desventurados los que divisaron
a una muchacha en el Metro

y se enamoraron de golpe
y la siguieron enloquecidos

y la perdieron para siempre entre la multitud

Porque ellos serán condenados
a vagar sin rumbo por la estaciones

y a llorar con las canciones de amor
que los músicos ambulantes entonan en los túneles

Y quizás el amor no es más que eso:

una mujer o un hombre que desciende de un carro
en cualquier estación del Metro

y resplandece unos segundos
y se pierde en la noche sin nombre

sábado, 9 de mayo de 2009

Camino a casa / 01

Pedaleo rumbo al Journal en busca de un almuerzo de más de un plato, que me sirvan y no tener que lavar nada… en esa curva al final de Valparaíso, allí justo al frente donde vivían los amigos Arrate hay un muro de piedra altísimo que entre medio tiene dos cortinas metálicas donde en una de ellas un tata está siempre arreglando algo, jamás se ve un cliente, jamás alguien recogiendo un trabajo pero el tipo no para de soldar ni de cortar…. Justo antes de la curva veo a un indigente pegado al muro, con su carro de supermercado lleno de cachureos contra el tráfico, su abrigo sucio, su pelo sucio, sus pantalones sucios con la mirada perdida hacia el norte…… en su cara una mascarilla de tela sucia y manchada. Y es que la esta paranoia de la gripe es una locura en todo el sentido de la palabra.

martes, 5 de mayo de 2009

Y que opinan de este poema poeso?

Y llovió

Sospecha el cuervo
de su potencial presa
tanto como las ideas
sospechan de la buena suerte
una vez deformadas las alas

Un par de notas caen sobre el arpegio
corre la presa sobre la arcilla
frente a mil caras
con mil risas
mil ojos
mil cejas
mil dientes
y una que otra nausea

Le dijeron que ese día
llovería
y llovió

(Karen Devia)


PD: Mejor que 10 long plays de Jazz, mejor que un tomo de "Crepúsculo"...esta tía va a dar de que hablar

sábado, 2 de mayo de 2009

Patti Smith : Dream Of Life (aporte de Jaime Eneiva F.)


Patti Smith : Dream Of Life
País. Estados Unidos
Año : 2008
Director: Steven Sebring
Elenco: Patti Smith, Sam Shepard, Phillip Glass, Michael Stipe


Steven Sebring nunca había pensado en hacer una película, pues se ganaba la vida como fotógrafo de moda. En una sesión de fotografía con el grupo R.E.M.
para la revista Spin conoció a la mítica Patti Smith, nunca la había visto en vivo y cuando esto acaeció fue como una epifanía:" tenía que filmar a esa poeta chamánica". Se lo propuso y ella, la madrina del punk, se rió.
Además agrega que: "Patti no es alguien que te deje acercarte de inmediato, es muy reservada. "Yo no tenía ningún deseo de hacer una película, sólo quería filmarla porque cuando la conocí me enloquecí con ella. Y creo que se dio cuenta de que era genuino, por eso nos hicimos amigos muy cercanos, al punto de ser como hermanos
Entre 10 y 11 años(1996 a 2007) estuvo filmando la vida de la "Madrina del Punk", por alrededor del mundo, que nos lleva a la intimidad de su "hogar", en Nueva York, en realidad una habitación donde se muestra de todo, en un desorden, como si todo hubiese desparramado inconcientemente, donde se visualizan fotografias personales, de famosos, además de mostrar su más preciado tesoro: libros de poetas, como Blake, Whitman, Edgar Allan Poe, asimismo un viaje al interior la enigmática andrógena principalmente através de la poetisa, artista, madre y activista política.
El documental que esta filmado en su mayoría en blanco en negro, toca tangencialmente su obra musical,( los los fanáticos de su música deberán seguir esperando ese documental) donde las entrevistas no existen, pues como ella dijiera "la verdad es que no me gustan este tipo de documentales, a menos que se trate de una persona muerta . Yo soy una artista viva" el relato y con voz en off está en primera persona, predonimando la voz melancólica donde la protagonista en algunos pasajes se convierte en la directora del documental, las imagenes vuelan en el tiempo, al igual que los relatos, como si no existiera un guíon, aparece leyendo a los poetas mencionados, o tocando en la habitación con Sam Shepard, o en una playa tocando el clarinete, mostrando las imagnes previa a un recital con su amigo Bod Dylan.
Tambien es un viaje a la madurez sobre la superación de la muerte de uno de sus hermanos, la muerte en 1994 de su marido Fred "Sonic" Smith y de su otro marido muerto (el fotógrafo Robert Mapplethorpe)
mención especial requiere las imagénes filmadas como homenajes( aunque el documental es si un homenaje a la poesía y a los poetas o viceversa)en las tumbas de William Blake y de Arthurd Rimbaud, esta ultima paseandose y moviéndose rítmicamente
En 2004 tanto Sebring como Smith decidieron que era el momento ideal para ponerle fin a la tarea. "Tomó mucho tiempo terminarla, más de un año para editarla y otro año para posproducción", recuerda el director. "En realidad, Patti y yo queríamos avanzar hacia otros proyectos conjuntos." Con su obra lista, el director no ve la hora de trabajar en su próximo largometraje. "Me gustaría trabajar con una buena historia y buenos actores", dice. "Tengo varias ideas en mente, así que debo decidir cuál quiero hacer y también conseguir cómo financiarla. ¡No puedo volver a tardar doce años para hacer una película!"






Jaime Aneiva F.